miércoles, 1 de septiembre de 2010

Yo, otro. Crónica del cambio

Título: Yo, otro. Crónica del cambio (002)
Escritor: Imre Kertész 
Editado por: Editorial El Acantilado
Donado por: Dr. Samuel Islas Pratt
Jurado: Herman Beiro (España)
Inicio: 2 de septiembre del 2010
Término: 2 de octubre del 2010, fecha en que será adjudicado el libro a la mejor opinión "entrelazando aspectos de la vida de Kertész y los campos de concentración nazis", a petición del donante.
Opinión de quien dona el libro: Cuando me enteré que Imre Kertész había sido ganador del Premio Nobel 2002, me sentí consternado por no saber nada de él. Lo digo porque soy amante de la lectura, desde Balzac, Stendhal, Dickens, hasta mi preferido Jorge Luís Borges (que nunca ganó el Nobel). Acepto que me agrada la literatura latinoamericana, y que más de una decena de escritores de este lado del mundo, me parecen excepcionales.
De vez en cuando husmeo los blogs de escritores que se dicen principiantes, noveles o casuales, pero que ofrecen estilos en verdad sólidos, creativos y de muy buena propuesta.
Ahora bien, tras darme a la tarea de leer a Kertész, “Kaadish por el hijo no nacido” y posteriormente, “Sin destino”, ambos me dejaron en verdad perplejo. A más de observar en él un estilo muy particular (fraseo corto, baja adjetivación y sustancial para leer entre líneas), me entero que fue víctima del nazismo, siendo trasladado a Auschwitz y Buchenwald, donde sufrió lo que ya todos imaginamos.
Lo recomiendo por su sentido humanista, profundo, que revela facetas de su vida y las proyecta en una sobria narrativa, que acepto habrá a quien muy probablemente no le agrade.
Mi petición al juez otorgante, es que adjudique este libro a quien ofrezca el mejor comentario entrelazando aspectos de la vida de Kertész y los campos de concentración nazis.

¡ Libro asignado a seudónimo: Desdémona !

17 comentarios:

  1. María Díaz Solórzano.
    Pienso que Imre Kertész reproduce en su narrativa, mucho de las amargas experiencias en los campos de concentración nazis. He leído a Víctor Frankl, que a través de su teoría denominada logoterapia, cristalizó con creces su paso por dichos lugares. Sin embargo, en lo particular estimo que el holocausto me produce pesar, desconcierto, inseguridad, y que me resulta muy difícil desconectarme de la dolorosa vivencia de ambos escritores, por lo que observo con cierto sesgo su narrativa. En conclusión, yo también admiro a Imre, pero no está dentro de mis favoritos.

    (Correo recibido en Literalia México)

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  2. Isabelle Jenkins Estuardo:
    ¡Impactante! ¿Cómo poder abstraerse de tan aberrante circunstancia? No imagino a los quince años de edad salvar morir en la cámara de gases por el insólito hecho de mentir la edad por dieciséis.
    Una vida marcada siempre por un destino lleno de marginación. Para mí, el Premio Nobel le fue otorgado en el 2002, parte por un reconocimiento a su trayectoria literaria, fundamentalmente por su obra "Sin destino", así como por su vida tan lastimada por la desgracia.
    Me parece digno de resaltar que dicha obra fuera rechazada por una editorial importante, y que aún editada posteriormente, no encontrara eco en su época.
    Valioso personaje, valiosa obra, valiosísima contribución y ejemplo para quienes amamos la literatura.

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  3. Rita Paniagua Solórzano:
    Para ser sincera, lo poco que he leído de Imre Kertész me ha resultado complejo de enetender. Pareciera que escribe entre líneas y temo darle una interpretación inadecuada.
    Probablemente me resulta complejo porque no imagino la vida en un campo de concentración, sin embargo, al menos capto el inmenso dolor que debió penetrar en su corazón, como para escribir cosas y situaciones tan profundas.

    (Correo electrónico recibido en Literalia México)

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  4. En alguna entrevista al gran escritor, éste contestó: "es un deber vivir después de Auschwitz"
    Desde entonces me pregunto: ¿Cuál entonces es mi deber?
    Personas como él nos obligan a esmerarnos en darle un sentido a nuestra vida. Más allá de la literatua, del arte, de la cultura, de todo aquello que estimamos valioso. Soy estudiante de filosofía, mas no por ello me siento mejor crítico que nadie para apreciar tan profunda narrativa.
    Mis compañeros y un servidor, iconoclastas (como debe ser en la juventud), conversamos sobre los diferentes ganadores del Nobel, y concluimos que fue atinada la designación para este personaje.
    Particularmente sigo a Octavio Paz, pero Imre Kertész removió mis sentidos, principalmente los de la justicia social (más bien injusticia), y el amor a la vida.

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  5. Justino Medina Alcántara:
    Imre Kertész es el primer húngaro en recibir el máximo galardón de literatura. He podido leer sus obras El fracaso, editada en 1988, Un instante de silencio en el paredón (1998) y Kaddish para un niño no nacido, editada ésta en el 2001. Me parece muy difícil que se premie a la desgracia, el hooror, la desesperación.
    Aquellas historias trágicas debieran ser borradas de la mente histórica de la humanidad, pero eso no es posible.
    ¿Qué decir de su narrativa? ¿Oscura? ¿Densa? ¿Reflexiva? Por momentos me pareció que me acostumbraba al dolor, a la ausencia de valores. Muy probablemente me salvó que al fin de cuentas, estaba leyendo un libro, y que el personaje, era de ciencia-ficción

    (Mensaje recibido en nuestro correo electrónico de Lieralia México)

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  6. Siempre me ha consternado la idea de los capos de concentración nazis. Incluso, un amigo de la familia estuvo en uno de ellos. ¡Me horroriza!
    Aunque sé que muchos escritores tienen una vida azarosa, llena de experiencias difíciles y de lucha por alcanzar sus sueños, Imre Kertész me conmueve por igual. Esto no lo hace más grande que otros, pero sí más lleno de realismo. Incluso me pregunto: ¿Qué es más real, el realismo mágico que encabez Gabriel García Márquez, o éste del escritor que comento?
    Difícil de determinar, aunque comprendo, la literatura se funda en la capacidad de comunicar ideas y situaciones.
    Bien por este magnífico hombre

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  7. No estoy seguro de por qué le dieron el Nobel a Imre. Sé que hay muchos que lo merecen antes que él, pero considero que este premio se otorga por razones más allá de las literarias.
    Lamento no coincidir en relacionar la vida en un campo de concentración con un libro.
    Por otra parte, leí sólo la mitad de un libro de este señor, y honestamente, me pareción muy bueno.
    Me gustaría saber más de él y voy a onvestigarlo.

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  8. Propone Imre Kertész, "... la ficción es lo único posible ante una realidad destructora y avasallante que desconoce nombres y caras y todo lo reduce a números... "
    Leí un artículo que me dejó sumamente impactada, pues en unas cuantas palabras, creo haber entendido la necesidad de la literatura para salvarnos del caos mental en que vivimos. ¿Realidad o ficción? Pareciera que fue la pregunta cuando nacimos, lamentablemente, no nos dejaron escoger. Si así hubiera sido, sólo habría escritores en la vida y ni uno solo lector.

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  9. Gusto de la buena literaura, mas no por ello me prohibo leer a quien no ostente un Nobel. Haber leído a Kertész me ha dado una lección más allá de un humanismo y denuncia a los hechos salvajes del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
    Lamentablemente, casos como el de Viktor Frankl, exitoso fundador de la logoterapia, que aún habiendo vivido la pesadilla de los campos de concentración, son referentes que por el éxito mismo de su valioso trabajo, desde mi punto de vista parecen relativizar la cruda verdad de aquellos sitios oscuros y trágicos.
    Imre es más escritor, novelista, literato, es por ello que lo admiro tanto

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  10. Tengo un amigo que estuvo en un campo de concentración. Él es de origen polaco, y aunque habla poco de aquella vivencia, las pocas ocasiones que lo ha hecho son muy emotivas y desgarradoras.
    No he tenido el gusto de leer a Kertész, solamente El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. Sin embargo, considero que debe ser traumatizante, pero a su vez alentador, el poder darle sentido a tu existencia luego de tan pavorosa vivencia.

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  11. Bergen-Belsen, Auschwitz, Buchenwald, deberían ser borrados de la memoria de la humanidad. Me resisto a creer que aquello pudo haber sido verdad. Así como se piensa que el hombre no llegó a la luna, también me gustaría sucediera los mismo con tan aterradores lugares.
    Nunca he leído a Kertész, pero merece dos premios: Uno por su narrativa y otro por su capacidad de sobrevivir y superar tan tremenda realidad. Personas así son el extremo opuesto de la maldad humana.

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  12. Deseo expresar desde el fondo de mi corazón, que haber leído el libro Diario de Anna Frank, más que conmoverme, me hizo aborrecer las manifestaciones iracionales del hombre. Por lo que me he documentado, Imre Kertész sufrió la misma pesadilla, nada más que a diferencia de Anna, éste sí sobrevivió.
    Si su obra ayuda a que el hombre entienda que su peor enemigo es él mismo, bienvenida, pero si lo únco que se logra es una forma de desahogar tan terrible dolor, al carajo con tanta palabrería.

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  13. Lamantablemente hay un principio que dice que el hombre es la suma de todos los hombres. Elo significa que cualquier ser humano es capaz de cometer el peor de los asesinatos, o la más grotesca barbaridad. Pienso que Imre Kertész tiene la virtud de plasmar en palabras lo que sufrió en carne propia, y que no necesitó de crear personajes ficticios más creíbles que él mismo. He leído un libro de él, y considero que es seco, contundente, sin tanta floritura o formas literarias, es más bien contundente, frases cotas, de adjetivos suscintos y consistentes. Definiivamente es de los escriotores contemporáneaos que ha aportado mucho a la literatura moderna.

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  14. Elisa Franco Salvatierra (Durango):
    Debemos ser francos. Su narrativa nada que ver con la literatura de estos tiempos. Hay otros escritores que merecieron antes el Nobel que este señor. Está bien, sufrió mucho, pero ello no es para tanto. Su estilo cae en cierto tenebrismo, con pasajes oscuros y poco entendibles.

    (Mensaje recibido en nuestro correo electrónico de Literalia México)

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  15. Sólo quiero hacer patente que observo opiniones de todo tipo, válidas, pero poco edificantes para quienes queremos conocer el perfil literario de un autor.
    Se me hace de mal gusto entrelazar la vida del autor con los libros que éste escribe.
    Por último, apenas estamos intentando entender su narrativa como para meternos en este dilema.

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  16. Mi elección es: DESDÉMONA.

    Imre Kertész tiene un marcado carácter autobiográfico, hasta el punto de que al respecto se ha hablado de novela autobiográfica. Él, sin embargo, rechaza tal rótulo: -Tal género no existe!, dice. La totalidad de su obra no hace sino confirmar la importancia de tal cuestión y nos preguntamos cómo entender su escritura: ¿Qué relación hay entre escritura o lenguaje y experiencia? ¿Y entre lenguaje y mundo? Nos parece que las ideas y la práctica literaria de Kertész sólo pueden entenderse en el marco de lo que suele llamarse pensamiento fenomenológico-hermenéutico. Con la ayuda de algunas nociones tomadas de Nietzsche, Heidegger y Merleau-Ponty, se intenta exponer lo que sería un concepto no mimético (ni subjetivo) de su expresión literaría.

    ¡Un fuerte abrazo a todos/as!

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  17. Agradecemos al excelente amigo y escritor asociado, Herman Beiro (España), su brillante exposición de motivos al adjudicar el libro de Imre Kertész a quien ostenta el seudónimo Desdémona. Para un servidor, la pulcritud, riqueza de conocimientos y excelsa idea conceptual acerca del autor, es motivo de alegría y satisfacción, ya que ratifica una vez más el compromiso que ostenta para con Literalia México. ¡Gracias, Herman!
    Para nuestra amable amiga, Desdémona, un cariñoso saludo, un agradecimiento por su participación, así como y una cordial felicitación por su valiosa opinión y aportación a la convocatoria. Asimismo, la invitamos a ponerse en contacto con nosotros para proceder al envío del libro en cuestión.
    Finalmente, gracias a los demás participantes, a quienes les rogamos seguir colaborando ya que sus opiniones conforman un acervo espontáneo, desinteresado y gratificante, siendo leído por más de 625 visitantes a la entrada en particular.
    ¡Felicidades a todos!

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